lunes, 14 de junio de 2010


Burial. "Untrue" (Hyperdub, 2007).



Hoy comienza mi colaboración con Airiah en este blog. Se trata de una idea que me ilusiona bastante, pues me permite expresar mis ideas y conceptos musicales con la mayor libertad. Intentaré poner en cada reseña similar dosis de tecnicismos históricos y musicales ( los pocos que pueda aportar ), con el aspecto más humano y emocional que la música me evoca.

Los que me conocéis, ya sabéis mi predilección por los sonidos de Burial, habéis soportado en algunas ocasiones mis intentos de, o bien daros a conocer, o bien reiteraros lo que ya conocíais, de este tipo, al que desde hace años estoy fuertemente enganchado, cosa que ciertamente odio. Pero, dulce dependencia…si todas fueran como esta, podría morir tranquilo al saber que todas las adicciones fueron tan sublimes.

Por eso, esta primera entrada será más extensa que las siguientes, jurado.

Sin más dilación, abro esta colaboración, haciendo un comentario al disco de Burial, " Untrue”, publicado en el sello Hyperdub, en 2007.

Burial ( William Bevan ) es el pseudónimo de un chico de South London , que ha preferido mantener en secreto su identidad por un tiempo. Su premisa fundamental fue hipnotizar con su música, alejarse del mainstream, ser un sonido y no una cara; sin desvelar parte del misterio que en sus producciones se esconde. Así, permanece hasta el verano de 2008, sin dar a conocer su rostro, nombre o cualquier otro dato que nos aleje de lo que realmente nos importa: la música.

Tras publicar el ep "South London Boroughs" ( Mayo de 2005) en el sello Hyperdub, salta al formato largo con la publicación de "Burial" ( Hyperdub, Mayo de 2006 ), en el que ya nos anticipa que a la escena dubstep como tal, le quedará poco de esa vida underground que le dio el sentido.

De hecho, según una de las pocas entrevistas que concedió (en este caso, a Kode9 capo del sello Hyperdub y que podrás leer íntegramente aquí http://hyperdubrecords.blogspot.com/ ) W.B. ya anticipaba:

“Me gusta el rollo underground que es verdadero y puro, pero ves gente intentando tirar abajo eso, alterando su naturaleza. La música underground debería pasar de todo eso, necesita alejarse, ser imposible de rastrear, de comprender, como una luz distante.”

Hoy, tras cuatro años de su publicación resulta fácil afirmarlo, pues tenemos la evidencia en las calles. El dubstep entendido en sus orígenes ( fusión del 2-step, del jungle, del drum and bass y evolución de la escena rave inglesa y que surge a finales de los 90 ), no es hoy sino un bosque en cenizas. Fue glorioso mientras ardió en los clubs más oscuros y soporíferos de Londres, aislado del negocio, pero ya aquello salió a la luz, eclosionó, sangró, cicatrizó y lo único que nos queda es el aprendizaje adquirido que muestran las señales de guerra. Es decir, aprender a usar la actitud, el mensaje de hastío que el dubstep expiraba por un entorno hostil, en mitad de ghettos y calles plagadas de discriminación ante la falta de oportunidades. Ese fue el origen del dubstep. Esas cicatrices, esa sangre derramada, sigue fluyendo en forma de pequeñas gotitas que se filtran en los sonidos actuales. Si bien de él sólo queda el cadáver, el dubstep como tal, ha servido para recuperar sonidos olvidados, como el drum and bass o 2 step, y fusionarlos con otros sonidos electrónicos posteriores. Principalmente con el techno de Detroit ( 2562, Scuba…), con el house y funkstep ( Roska ) o con el tribal tech ( Shackleton ).

Retrotrayéndonos en el tiempo a 2006, fecha en que se edita su primer LP “Burial”, el chico de South London, consigue darle una vuelta de tuerca necesaria a la escena dubstep. De hecho, creo que produce un efecto boomerang, ya que su sonido parte del dubstep, coge ciertos elementos característicos del UK garage, se aleja de la escena de clubes y se lo lleva al ambiente íntimo de una habitación, su refugio particular. Allí le aporta otras pinceladas de sonidos ajenos: soul, r&b, voces a capella, samplers de grabaciones de teléfono, ruidos de pasos en la lluvia, sonidos atmosféricos…, consiguiendo crear su propia identidad.

Un productor que pasa a la posterioridad, según mi juicio es aquel que logra educar el oído del público y adaptarlo a su propia huella, aquel al que reconoces tan sólo escuchando los primeros segundos de un corte sin dudar. Y aquí el chaval se ha hecho con los honores para quedar por siempre en la memoria por los siglos de los siglos.

Posteriormente Burial le devuelve a la escena un respiro que iba ya necesitando para no morir definitivamente. Es sabido que Burial ha sido materia prima en las sesiones actuales más destacadas de gente como Ikonika, Flying Lotus…, lo cual confirma que su aporte intimista e introspectivo sirve perfectamente para deleitarnos en mitad de una buena sesión de club. Se cierra así el efecto boomerang del que hablaba anteriormente.

Es de admirar, por tanto, la capacidad del chaval de South London para dar un nuevo enfoque, a un sonido machacado ya hasta la saciedad, que pasó de lo underground a la moda, en cuestión de aproximadamente 5 años. Burial bebe de toda esa escena dubstep, pero aporta un toque sentimental característico del ambient, dulcemente asfixiante y misterioso.

Sus producciones nos evocan la soledad de la noche, momento de mayor inspiración para componer, según nos desvelaba. Nos recuerda la tristeza de quien suspira en una habitación a oscuras por algo que jamás volverá a suceder. El abandono que se siente en un triste paseo cabizbajo por unas calles grises, encharcadas, en las que sólo se divisa el baho que produce el contraste del calor humano al contacto con el frio exterior.

Burial es nostalgia. La melancolía de los subgraves recuerdan el sonido ensordecedor que retumba tu cráneo mientras te alejas de madrugada de una rave. Paso tras paso caminas decaído y roto; mientras las voces de espíritus nocturnos aun danzantes te susurran al oído. De ahí el nombre. Lo irreal, lo incierto. Lo que se escucha en tu interior, pero no lo palpas. Esta interpretación es personal y muy subjetiva, ya que en la entrevista anteriormente comentada, nos afirma que el significado de “Untrue” ( falso ), hace referencia a la falsedad de quien no actúa como es de verdad.

Lo que Burial te transmite es el recuerdo de algo que ocurrió, una relación, una noche… y de lo que hoy tan sólo queda el polvo, los fantasmas. Ya es nada. Pasó, estuviste allí, sentiste al máximo, pero...ahora toca regresar a la cueva oscura, retirarte con nostalgia a descansar esa confusión de vivencias, ese maremagnum de sentimientos y dejar que todo vuelva a su estado originario. En ese momento de extrema soledad es donde mejor se desenvuelve Burial. Y es en esa retirada solitaria en mitad de una fria y oscura madrugada, donde se encuadran las texturas de sus sonidos.



Centrándonos ya en el disco “Untrue” ( Hyperdub , 2007), y tras una breve y necesaria intro que nos sitúa en un ambiente lluvioso, oscuro y neblinoso que será el entorno de este paseo nocturno, da comienzo el break roto del que tal vez sea el track más digerible del disco , "Archangel".

Su ritmo es el clásico del 2-step británico y del UK garage británico.

Esta joya es fruto del sampleo de la voz subida y bajada de pitch, del cantante Ray J y su tema “One wish” ( " holding you, couldn't be alone, kissing you, tell me I belong..." ), junto con las texturas atmosféricas extraídas del videojuego Metal Gear Solid 2.

Estas texturas evocan personajes irreales, voces del más allá que deambulan por una ciudad desolada y podrida como espíritus en un cementerio. Destacamos el constante mazazo sentimental de la caja, que con ese delay provoca un golpe constante al corazón, resuena en el pecho y adormece lenta e hipnóticamente el alma.

La dulzura de las voces contrarrestan esa atmósfera narcótica, manteniendo un climax bipolar constante, que se repite en todo el disco. De hecho, el uso de las voces en “Untrue” es más frecuente que en su anterior disco “ Burial”, más oscuro y agobiante. El objetivo de “Untrue” es compensar unos ritmos repetitivos y loopeados típicos del UK garage, con un punto orgánico, que hace del disco un poco más humano, por llamarlo así. Con estas voces Burial consigue un sonido algo más cercano al oyente, mas accesible y algo más luminoso.

Tras un parón en el que la ciudad parece dejarse arropar por las llamas de la agonía y por el fuego interior que provoca la pérdida de un ser querido; como asumiendo esa ruptura en silencio, un grito de desesperación ( " If I trust you..." ) nos hace ver que las glorias de lo pasado nunca volverán. Que los desesperados sonidos tienen que volver para quemar por fin, toda la rabia acumulada ( “ Tell me i belong…” ); hasta convertir en cenizas cada dulce momento ya vivido.

Y Burial lo alcanza con las voces lejanas al final del track. Voces que flotan a cinco metros del suelo. Como un espectro encima de tu adormecido y extasiado cuerpo. Esas voces que retumban en nuestras mentes evocando las frases más bellas de quien ya hoy no está, esos gestos, esos detalles, esas miradas que nos gustará recordar sólo positivamente, y que quedarán tatuadas a fuego en lo más recóndito del corazón.

Archangel pone el listón de lo emocional tan alto, que es difícil situarla en otra parte del disco. Los picos: al inicio de la noche, por favor. Sin corte, sin mierdas ni aditivos. Algo intenso y puro, que te deje dulcemente extasiado para el resto de este lento caminar hacia la catarsis. Sólo con este cuelgue previo podrás disfrutar cada latido de sangre bombeando tus venas rotas.

Ahora, que te has metido la aguja hasta el fondo, te toca a ti descubrir el resto de experiencias narcóticas que quedan en estos 46 minutos restantes de latidos cargados de intenso y dulce placer.

De hecho, cada track, contiene mil latidos que consiguen diluir esa sustancia adictiva en tu sangre; de forma que justo al final del disco, notas que esa mierda llegó pausadamente a su destino definitivo, reventándote el corazón con la belleza más sublime.






domingo, 13 de junio de 2010

L.A. Heavenlly Hell


A veces recargo el mp3 con música aleatoriamente, digamos que me va el riesgo.
A veces me llevo chascos y otras, gratas sorpresas, lo bueno de tener gigas y gigas de música y ponerla sin saber el resultado, es que a veces te das cuenta que tienes alguna joya que llevas meses sin escuchar.
Esta semana he repetido infinitamente el Heavenly Hell de L.A.
Quizás sea por mi demasiado tiempo libre o por pereza de buscar cosas nuevas, pero os aseguro que he disfrutado cada canción como si no existiera nada más en el mundo. Ir a un parque a pasear con mi perra, sentarme a contemplar las nubes y oír como banda sonora canciones de este mallorquín llamado Luis Alberto Segura y sus acompañantes han marcado mi mes de Junio y seguirán en Julio.
Después de 3 trabajos anteriores y autoeditados, con su primer trabajo de la mano de Universal llegaron festival tras festival a una calidad pocas veces vista en el panorama rock-indie español.
11 canciones encontramos en este disco del año pasado, 11 perlas a cúal mejor, variadas, perfectas, con guitarras, percusión y voz y coros que hacen no desentonar ninguna canción como súper correctas.
Para destacar... todas, como tía bobalicona sin dudar Stop the Clocks y Microphones and Medicines como hit radiado.
Os dejo el como se hizo
Su myspace.
Y su primer single Hands