The Shepherd's Dog, Iron and Wine

Ignasi, nos regala esta colaboración. Gracias por la entrada y la ayuda.

Cuando te llega la posibilidad de hacer una entrada en un blog, uno se plantea que plato cocinaría si tuviera la nevera llena y quisiera tener un gran detalle con su invitado y conseguir, de esa forma, que volviera amenudo.

Requiere originalidad, equilibrio y a ser posible abundancia pero sin llegar a la saciedad. Entre esta ola nieve que estamos viviendo y el frio particular que siento a nivel interno sólo me apetece escuchar algo que me aporte calidez y como encima tengo un perro pastor, creo que me viene al pelo presentar el álbum The Shepherd’s Dog de Iron & Wine.

Se trata de su decimo tercer álbum y lo componen 12 canciones.

Iron & Wine es el nombre artístico del cantautor de Florida (EEUU) Sam Bean que inició su carrera discográfica en 2002 nos acerca con su último trabajo no sólo sus sonidos acústicos tan característicos sinó que presenta una clara apertura hacia lo instrumental, sumando texturas musicales progresivas que podríamos considerar atrevidas. Los protagonistas: su guitarra y el piano, pero en cuyo sonido hay acentos de bajo, violín, teclados, etc.

El álbum aporta un aire otoñal, folk y letras que merodean el tema de la pérdida y de la intangibilidad del tiempo y la existencia en si misma. Una música que parece haberse hecho en los márgenes de la ciudad, allí donde ésta y el bosque se confunden y dan nacimiento a dos territorios distintos, cada uno con evocaciones aparéntemente disonantes.

Probablemente su tema estrella sea “Flightless Bird, American Mouth”, pieza que recoje todo lo que cualquier seguidor de su música pretende encontrar, aunque para mi la mejor es “Resurrection Fern”, aportándome todo lo que necesito cuando, en etapas grises, sin más luz que la del sol y sin fuerzas a veces ni tan sólo para sonreir. Con referencias a campos de maiz, a valores perdidos, a verguenzas... Preguntándonos que dirán de nosotros nuestros fantasmas.

Otras piezas como “Peace Beneath the City” nos transportan al recuerdo de nuestros seres queridos o “Innocent Bones” que nos sumerje en el sinretorno de la drogas.

En definitiva, un álbum repleto de reflexiones y música que nos puede llegar a lo más profundo que estoy seguro no os va ha decepcionar.

Flightless Bird, American Mouth